Hoy día nuestra sociedad lleva un ritmo de vida tan acelerado en el que la ansiedad y el estrés por seguir el ritmo del resto están a la orden del día mientras pasamos por alto detalles que a priori no parecen importantes.
Uno de estos casos es de los que vamos a hablar hoy: de cómo la música forma parte de la gran mayoría de las personas, y aunque no nos demos cuenta de ello nos afecta de muchas maneras.
Este es el caso por ejemplo de aquellas personas que no pueden realizar ninguna actividad sin estar escuchando música o el caso de alguien que, a pesar de escuchar una canción alegre, le hace recordar momentos tristes con personas que ya no forman parte de su vida.
¿Esto significa que tengo problemas de concentración o que puede que tenga cierta dependencia emocional hacía una persona? La verdad es que no tiene por qué, pero son algunos fenómenos en los que nos gustaría basarnos para explicar la importancia que tiene la música en el ser humano.
- Puede afectar a nivel biológico.
Distintas pruebas neurológicas han demostrado que el escuchar música tiene un gran impacto en el cerebro, desde el activar distintas partes de la corteza (auditiva, motora...) o incluso a nivel de secreción de sustancias relacionadas con la felicidad, como son la serotonina o la oxitocina, lo que puede responder a por que hay personas que prefieren realizar cualquier actividad con música de fondo.
- Afecta a nivel emocional.
La música también es social, está presente en momentos que compartimos con otros. A través de este condicionamiento, nuestra memoria asocia el escuchar una canción o un artista a ciertas personas o momentos.
Esto provoca qué ciertas canciones nos animen o nos pongan de buen humor si están asociadas a momentos bonitos, o por el contrario nos entristezcan o frustren si nos hacen recordar momentos que no se pueden repetir.
También afecta a la conducta de cada persona de manera diferente (siendo todas las opciones válidas), ya que hay aquellos que prefieren ponerse música que los anime en los momentos que están tristes, o, por el contrario, entrar en bucle de canciones tristes para desahogarse.
Irónicamente este proceso no tiene por qué estar relacionado con un tipo de música en sí, es decir, no necesariamente música con letras tristes o que hablen de desamor provocan estas emociones, sino que tiene que ver más bien con los momentos a los que se asocien.
Esto puede dar respuesta a por qué en ocasiones en las que quizá estoy haciendo deporte o recogiendo la casa y me pongo triste de repente, o al revés, me siento bien sin poder darle una explicación. Quizá sea porque en ese momento estoy escuchando una canción que me está transportando a otro momento de mi vida
- Por último, afecta de manera social
Crea vínculos y hace que la gente sienta que forma parte de una comunidad (fans de un artista, de un género etc.). Este sentimiento de pertenencia puede afectar a la autoestima y autoconcepto de una persona y puede ser una buena forma de conocer gente, por ejemplo, a través de Internet (páginas de fans, festivales etc.)
Por todo ello, desde North os animamos a que abráis vuestra plataforma digital favorita y empecéis escuchar la música de otra manera, comprobando qué sensaciones acompañan a ese momento, que os está haciendo sentir, de qué o quién os estáis acordando y os quedéis con todo lo positivo que os aporte.
No obstante, a pesar del poder de la música, hay ocasiones en las que el malestar, frustración o estrés que nos acompaña no se solucionan simplemente escuchando música. Si este es tu caso y consideras que lo necesitas, no dudes en preguntar acerca de cómo funciona un psicólogo online y juntos veremos de qué manera podemos ayudarte.
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