A lo largo de nuestra vida todos sentimos ansiedad en algunos momentos, especialmente ante situaciones que nos resultan estresantes, o nuevas y que nos generan miedo o incertidumbre. Esto ocurre porque la ansiedad es una emoción como lo es la tristeza y la alegría, y como todas las emociones tiene su función.
El problema de esta emoción viene cuando esa ansiedad se generaliza y se desborda y aparecen síntomas en ausencia de un riesgo o amenaza grave.
Algunos de los síntomas comunes de la ansiedad son:
• Dificultad para conciliar el sueño o tener un sueño profundo sin despertares.
• Tensión muscular.
• Agitación fisiológica: como un ritmo cardiaco acelerado, temblores, boca seca, mareos...
• Sensación de falta de aire, hiperventilación, sudoración o sensación de bloqueo en el pecho.
• Preocupación excesiva.
• Pensamientos obsesivos y catastróficos.
• Irritabilidad.
• Fatiga
• Intranquilidad.
• Dificultad para concentrarse
• Evitación de situaciones sociales.
• Ataques de pánico.
• Fobias o temores irracionales: como la agorafobia, claustrofobia...
Existen algunas acciones que podemos implementar en nuestro día a día que pueden ayudarnos aprevenir la aparición de estos síntomas. Estas son:
• Realizar ejercicio físico con .
• Llevar una dieta saludable y equilibrada.
• No abusar de la cafeína, teína...
• No consumir tóxicos, como el alcohol, el tabaco etc.
• Hacer yoga o meditaciones.
Pero cuando estos síntomas son frecuentes, cuando las preocupaciones son desproporcionadas y excesivas y son un obstáculo en nuestra vida diaria es importante pedir ayuda a un profesional.
Es habitual acudir a terapia buscando que la ansiedad desaparezca por completo, pero esto no es posible ni beneficioso. La ansiedad tiene un sentido y una función: prepararnos ante la amenaza, es aquella que nos permite pisar el freno del coche cuando algo se cruza de repente en nuestro camino, y aquella que nos permite hacer un trabajo de forma eficaz y rápida a última hora. Por ello es importante aceptar que no podemos eliminarla o controlarla, sino que nuestro objetivo tiene que ser aprender a aceptarla y gestionarla.
Un tratamiento eficaz es clave para vivir una vida sin esta ansiedad desadaptativa que frena y paraliza.
Existen técnicas a nivel conductual, emocional y cognitivo que te ayudaran a reducir y manejar todos estos síntomas. Si crees que este es tu caso y que necesitas ayuda para aprender a gestionarla y recuperar tu calidad de vida no dudes en escribirnos.
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