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Trastornos alimenticios

Aprende a gestionar tus emociones sin recurrir a la comida


La comida no solo tiene una función nutritiva, sino que muchas veces intentamos gestionar cómo nos sentimos a través de la misma. Esto puede provocarnos una sensación de malestar general, que puede desembocar en la ingesta de una cantidad de alimentos superior a lo que consideramos adecuado para una sana alimentación o por el contrario si nos vamos al otro extremo, en la restricción de la cantidad y/o diversidad de alimentos que consumimos.


Por esto surge la necesidad del trabajo emocional. Una vez que aprendemos de nuestras emociones y de la gestión de las mismas, no necesitamos de un estímulo externo, en este caso la comida, para abordarlas gestionarlas o lidiar con ellas.


¿Qué es un TCA - Trastorno de la conducta alimentaria?


Un TCA o trastorno de la conducta alimentaria, es un criterio diagnóstico que incluye muchos diversos tipos de problemáticas, pero que comparten un nexo común: una relación insana con la alimentación y el cuerpo.


El origen de los diferentes trastornos de la conducta alimentaria no está claro ya que normalmente encontramos un origen multifactorial y en el que influyen factores provenientes de diferentes áreas como factores psicológicos, socioculturales, familiares y personales.


¿Tipos de desórdenes alimenticios?


Anorexia nerviosa


Las características principales de este trastorno son un peso corporal bajo y la presencia de una preocupación y temor intenso a aumentar de peso. Además en aquellas personas que padecen dicha problemática tienen una imagen corporal bastante distorsionada, que hace que la persona no sea consciente de que su peso es demasiado bajo o incluso dañino para su salud.


Dan un gran valor al peso y a la imagen corporal, la delgadez es lo más importante y la consiguen a través de la restricción de la cantidad de comida que ingieren y controlando de manera obsesiva el consumo de calorías que ingieren. Además para aumentar el control utilizan diferentes estrategias de purga como vómitos, laxantes, suplementos dietéticos, diuréticos o enemas, y también de la realización de una actividad física muy intensa.


La anorexia tiene un gran impacto a nivel físico pudiendo desarrollar graves problemáticas como:


  • Recuento de células sanguíneas anormal

  • Fatiga

  • Insomnio

  • Mareos o desmayos

  • Pigmentación azulada en los dedos de la mano

  • Cabello fino o quebradizo, o pérdida de cabello

  • Vello suave como pelusa que cubre el cuerpo

  • Ausencia de menstruación

  • Estreñimiento y dolor abdominal

  • Piel seca o amarillenta

  • Intolerancia al frío

  • Ritmo cardíaco irregular

  • Presión arterial baja

  • Deshidratación

  • Hinchazón de los brazos o las piernas

  • Erosión dental y callosidades en los nudillos por la provocación de vómitos.


Estos son algunos de los signos  emocionales y conductuales que nos pueden alertar de la presencia de este tipo de trastorno:


  • Preocupación por los alimentos, que a veces incluye cocinar comidas elaboradas para los demás, pero no comerlas

  • Saltar comidas o rehusarse a comer con frecuencia

  • Negar el hambre o poner excusas para no comer

  • Comer solo unos pocos alimentos «seguros», por lo general, con bajo contenido de grasas y calorías

  • Adoptar rituales rígidos para las comidas o la alimentación, por ejemplo, escupir la comida después de masticarla

  • No querer comer en público

  • Mentir sobre la cantidad de comida que se ingirió

  • Sentir temor a aumentar de peso, que puede incluir pesarse o medirse el cuerpo repetidas veces

  • Mirarse con frecuencia al espejo para ver los defectos que se perciben

  • Quejarse por estar gordo o tener partes del cuerpo que son gordas

  • Cubrirse con capas de ropa

  • Estado de ánimo indiferente (falta de emociones)

  • Retraimiento social

  • Irritabilidad

  • Insomnio

  • Disminución del interés en las relaciones sexuales


Se desconoce la causa exacta de la anorexia pero existen algunos factores de riesgo que se pueden tener en cuenta:


  • Factores psicológicos: se ha comprobado que puede hacer una relación con personalidades más obsesivas compulsivas que les facilitan a seguir dietas estrictas. también se ha visto una relación con una tendencia extrema al perfeccionismo que les lleva a no ver nunca la suficiencia en términos de delgadez. y por último podemos encontrar niveles altos de ansiedad que reducen gracias a la restricción alimentaria.

  • Factores sociales: culturas como la occidental que resalta la delgadez e incluso en muchas ocasiones está relacionada con el éxito o la valoración positiva de nuestro entorno. Se ha comprobado que hay un riesgo mayor en mujeres más jóvenes por la presión social que puedan vivir. además la cultura de la dieta en la que está muy normalizada la realizacion de dietas estrictas de restricción también supone un riesgo para el posterior padecimiento de un TCA como la anorexia nerviosa

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