Del bullying, mobbing y ciberacoso escolar al stalking y el acoso sexual. Cómo actuar y cómo recuperarse.
Podemos entender por acoso, todas las conductas de naturaleza ofensiva y perturbadora en las que la persona acosada experimenta sentimientos de angustia y malestar. En este tipo de conductas existe un desequilibrio de poder entre el acosador y el acosado y suelen ser de carácter repetitivo a lo largo del tiempo, pudiendo llegar a ocasionar graves consecuencias físicas y psicológicas en las personas que lo sufren. El acoso puede tomar muchas formas y darse en una gran variedad de contextos, esto hace que en ocasiones sea difícil para la persona identificar estas situaciones.
Acoso escolar o bullying: abarca cualquier tipo de maltrato psicológico, físico o verbal que se lleve a cabo dentro del ámbito escolar, aunque no necesariamente tiene que darse dentro de sus aulas. En este caso el acosador puede ser una persona o un grupo que intimida a la víctima que conoce dentro de su ámbito escolar.
Acoso sexual: en este caso las conductas intimidantes tienen una naturaleza sexual, ya sea fisicas, no verbales o verbales.
Acoso laboral o mobbing: este tipo de acoso se da dentro del contexto laboral, en general suele ser un acoso psicológico llevado a cabo por mofas, amenazas, propagación de rumores.
Ciberacoso: es un tipo de acoso virtual en el que el acosador se sirve de diferentes medios digitales para realizar sus ofensas o amenazas, el objetivo es crear un estado de perturbación emocional y psicológica en la víctima.
Ciberacoso escolar: al igual que el anterior el acoso se lleva a cabo mediante medios virtuales y suele ir acompañado de acoso escolar o bullying.
Acoso físico o stalking: consiste en perseguir o invadir el espacio de una persona intentando establecer un contrato en contra de la voluntad de la persona víctima del acoso.
Acoso inmobiliario: se trata de conductas llevadas a cabo por los propietarios o vecinos que buscan que la persona quiera abandonar el edificio o cancelar su contrato de alquiler en contra de su voluntad. Puede ir desde negarse a realizar reparaciones a cortar la luz, el gas o el agua del piso.
Acoso familiar: es un conjunto de conductas de acoso moral, psicológico o físico que se da dentro del contexto familiar por parte de uno o varios parientes cercanos contra uno o varios miembros de la misma familia con el objetivo de desprestigiar, humillar o excluirlo del núcleo familiar, pudiendo provocar el ser considerado la “oveja negra”.
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El acoso según el catedrático José Luis González de Rivera se entiende como el mantenimiento persistente e intencional de pautas de maltrato psicológico que se concretan en determinadas acciones como amenazar, ridiculizar, criticar, perseguir, inducir sentimientos negativos como miedo, confusión o inseguridad o interferir en sus dinámicas mentales, dificultar la realización de sus tareas o sobrecargar con exigencias y expectativas que la persona no puede cumplir.
Estas son algunas de las señales de alarma que pueden ayudarnos a identificar que alguien de nuestro alrededor está sufriendo algún tipo de acoso:
- Lesiones difíciles de explicar
- Pérdida o rotura de libros, ropa, dispositivos electrónicos u otros materiales
- Dolores de cabeza o estómago frecuentes inexplicables por una afección médica o frecuentes simulaciones de enfermedad con tal de evitar acudir a algún lugar o para evitar el salir de casa
- Cambios en los hábitos alimenticios como saltarse comidas o sufrir atracones
- dificultad para conciliar el sueño o alta frecuencia de pesadillas
- Bajo rendimiento académico o laboral, pérdida de interés por las labores académicas o laborales o alto grado de ausentismo
- Pérdida repentina del círculo social o evitación constante de situaciones sociales
- Disminución de autoestima y bajo autoconcepto
- Comportamiento autodestructivo e incluso autolítico como dañarse hacerse heridas
- Ideación autolítica
Existen consecuencias a muchos niveles para la persona que atraviesa un periodo de acoso:
- Estados o trastornos depresivos
- Estados o trastornos de ansiedad
- aumento de aislamiento social y sentimientos de soledad
- cambios en los patrones de alimentación
- cambios en los patrones del sueño
- Anhedonia o pérdida de interés en las cosas que antes disfrutaba
- Disminución del rendimiento
- Baja autoestima
- Problemas psicosomáticos
- Ideación suicida
- Autolesiones
- Sentimientos de culpabilidad
- Síndrome de estrés postraumático
- Brotes de ira
Las consecuencias del acoso pueden ser realmente graves en la persona que lo sufre, y además de trabajar en el contexto donde este está sucediendo es importante que las personas que lo han sufrido reciban un apoyo psicológico para trabajar todos los daños. Es importante que el especialista que lleve el caso pueda abordar todos los matices complejos de la situación y hacer un abordaje integral a nivel psicológico y emocional.
Es muy difícil determinar el tiempo de terapia que se requiere para la recuperación psicológica, es importante poder hacer una buena evaluación para poder determinar cuales son todas las consecuencias que ha provocado este maltrato en la victima.
Hay diferentes cosas que podemos hacer como compañeros que pueden ayudar a una persona victima de acoso:
- Acompaña emocionalmente: el acoso tiene graves consecuencias psicológicas en la víctima, se crea un gran sentimiento de miedo, un gran bloqueo, la perdida grave de autoestima y la persona tiene mucha sensación de soledad ya que el hostigador suele buscar aislarlo como forma de maltrato. Acompaña a esta persona ayúdale a sentir que no esta solo
- Comunicar la situación: en primer lugar, es buscar que personas responsables sean conocedoras de la situación, pueden ser profesores si es el ámbito escolar o responsables, managers o jefes en el ámbito laboral.
- Recopilar pruebas: si puedes es importante guardar aquellas pruebas que ayuden a esta persona a la hora de buscar solución con responsables o de forma legal.
- Ayudar a buscar asesoramiento legal: si el acoso es laboral, existen protocoles de denuncia a inspección de trabajo o procedimientos legales que pueden ayudar a la persona a poner solución a la situación de acoso y es probable que la victima se encuentre tan bloqueado que no se sienta preparado para buscar esto por si mismo
Existen tres claves que pueden ayudarnos a determinar que estamos presenciando una situación de violencia o maltrato:
- Son situaciones constantes que se dan de forma sistemática y prologada en el tiempo, es continua y reiterada, aunque no existe un tiempo preciso que deba haber pasado
- La actuación es hostil, es decir las actuaciones provocan terror y hacen la que victima se sienta atemorizada en el entorno en el que ocurre
- Los actos buscan poner en peligro o perjudicar la integridad de la persona.
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“Llevaba mucho tiempo con depresión, tristeza, ansiedad, descontenta conmigo misma y apática. Pero desde un tiempo hasta ahora dejé toda la medicación que tomaba, recetada por psiquiatra y estoy con ayuda psicológica. Siento que estoy recuperando mi autoestima.”
Maria A.
“Llevaba casi un año en terapia con Teresa y seguramente sea la mejor decisión que he tomado en esta época. Gracias a su ayuda y forma de abordar las sesiones, siento que avanzo mes a mes y que lo hago de una forma absolutamente pedagógica.”
Maria A.
Tras tres años difíciles sumergida en una relación tóxica, di el paso de empezar terapia. El camino ha sido duro, pero encontré a una persona capaz de entender todo lo que estaba viviendo y me devolvió la ilusión por salir adelante.
Elisa D.