EMDR: Qué es, fases y efectividad de esta terapia

account_circle Teresa Rodríguez
14 de octubre de 2025

¿Qué es el EMDR?

El EMDR es una técnica de psicoterapia que desarrolló Francine Shapiro, psicóloga estadounidense, en la primavera de 1979 de forma casual cuando se dio cuenta que los movimientos oculares reducían la intensidad y las emociones perturbadoras de sus propios pensamientos. Esto le llevó a investigar dicho fenómeno y desarrollar todo un método terapéutico basado en la estimulación bilateral, publicando así su primer estudio sobre el tema en 1989 y demostrando por primera vez la eficacia de dicho procedimiento para el tratamiento del trastorno de estrés postraumático (TEPT).

Reconocimiento internacional del EMDR

La Organización Mundial de la Salud (OMS) viene recomendando la terapia de desensibilización y reprocesamiento por movimientos oculares desde 2013 como uno de los tratamientos recomendados para los trastornos relacionados con el trauma. La base de Datos de Cochrane de Revisiones Sistemáticas indica que las terapias orientadas al trauma como EMDR son más efectivas en las patologías postraumáticas. La Sociedad Internacional de Estudios de Estrés Traumático (ISTSS) la recoge como uno de los tratamientos principales de elección para el TEPT.

Las 8 Fases del EMDR

Fase 1: Historia clínica y planificación del tratamiento

Un terapeuta EMDR con experiencia ha de conocer en profundidad el caso y entender con el paciente las conexiones potenciales entre el problema que le trae a consulta y su historia previa. Y en base a ese mapa inicial valorar si el paciente necesita un trabajo previo de preparación para entender mejor sus dificultades y sus recursos, adquirir cierta estabilidad, gestionar sus emociones y sentirse seguro para abordar sus experiencias difíciles.

Fase 2: Preparación

Fase que se centra en trabajar los recursos de autorregulación que tiene el paciente y que son básicos para la posterior aplicación de la técnica y la regulación en sesiones de reprocesamiento. En el caso de que no existan o que el paciente se muestre realmente desregulado estas sesiones son vitales ya que sin ellas el paciente puede sufrir intensos niveles de malestar en las sesiones de EMDR y entre sesión y sesión, pudiendo tener sensaciones de retraumatización.

Fase 3: Evaluación

En este caso concreto la evaluación se hace del evento que se va a trabajar. Se identifican los componentes del recuerdo: imagen, pensamiento negativo, emociones y sensaciones corporales y se establecen las medidas iniciales de grado de malestar previamente al reprocesamiento.

Fase 4: Desensibilización y reprocesamiento

Aquí es donde se comienza a usar la estimulación bilateral. Lo que buscamos es que respecto al recuerdo diana elegido la perturbación percibida por la persona se reduzca en su totalidad, haciendo así posible que nuevos pensamientos, creencias, sentimientos y sensaciones surjan, todos ellos con un carácter mucho más adaptativo y constructivo. Esta fase como las anteriores también es muy variable dependiendo de la persona y necesita seguir el ritmo de cada uno.

Fase 5: Instalación

Esta fase también conlleva estimulación bilateral pero en este caso con el objetivo de poder instalar un pensamiento o creencia positivo sobre la persona asociado al evento traumático con el que se comenzó. Y se realiza la estimulación hasta que la persona lo cree completamente.

Fase 6: Revisión del cuerpo

En este paso lo que buscamos es que el trabajo de creencias también baje al cuerpo y se pueda instaurar debidamente, además de poder eliminar cualquier sensación de malestar que pueda existir en el cuerpo. En el caso de malestar corporal se seguiría realizando estimulación bilateral.

Fase 7: Cierre

Esta fase se da siempre que se termina una sesión, independientemente de que se haya completado el reprocesamiento o haya que continuar en la siguiente sesión. El objetivo es bajar y reducir por completo la activación para que el paciente salga de la consulta pudiendo regular y gestionar las emociones suscitadas por la sesión.

Fase 8: Reevaluación

Cuando se ha reprocesado un evento, en la siguiente sesión se evalúa de nuevo el evento para comprobar que sigue sin generar malestar y que la creencia positiva está completamente instaurada. Y se revisa el plan de tratamiento para saber cuál es el siguiente evento que se va a trabajar.

¿Cuánto tarda en hacer efecto la terapia EMDR?

La terapia EMDR es realmente efectiva y provoca muchas mejoras en el largo plazo ya que trabaja con la raíz de los problemas actuales.

Tratamiento de trauma simple

En el caso de un trauma simple la terapia es bastante breve y puede realizarse en pocas sesiones, ya que no hay que hacer muchas sesiones de reprocesamiento, puesto que solamente existe un único evento traumático que reprocesar. Aunque las fases previas de evaluación y estabilización se mantienen.

Tratamiento de trauma complejo

En el caso de un trauma complejo, que suele ser lo más habitual en terapia, las sesiones se extienden un poco más en el tiempo pudiendo llegar a necesitar acudir a sesión a lo largo de un año más o menos para poder dar por concluido el tratamiento. Esto no quiere decir que hasta un año después la persona no perciba las mejoras de las sesiones, no, la mejora llega desde que se inicia el tratamiento, primero desde el alivio que provoca en muchos casos durante la evaluación el poder soltar pesos que la persona lleva mucho tiempo cargando sola, y en la estabilización la mejora de la percepción de uno mismo y el estado de ánimo con las múltiples técnicas utilizadas.

¿Cuántas sesiones de EMDR son necesarias?

Es muy variable y depende de algunos factores. Aquí te dejo algunos que son más comunes y que quizá puedan ayudar a hacerte una idea:

Factores que influyen en la duración del tratamiento

Tipo de trauma: Como explicaba anteriormente existen dos tipos de trauma. En una primera instancia está el trauma simple, se llama así porque es un único evento aislado, este suele conllevar menos sesiones por dos razones: primeramente porque solo hay que reprocesar un único evento y segundo porque la estructura mental y emocional de la persona tiene unas buenas bases, al ser algo aislado el resto de pilares como la autoestima, la gestión emocional o la flexibilidad cognitiva están bien instauradas y son saludables por lo que no hay que trabajarlas previamente al reprocesamiento. En cambio, en el trauma complejo lo que ocurre es un abuso prolongado, lo más frecuente es que el trauma comience en la infancia y haya continuado de diferentes formas en la adultez. Esto implica no solo más cantidad de eventos con los que trabajar, sino además unas bases no instauradas por lo que se necesita en la preparación trabajarlas previamente o el reprocesamiento no será del todo efectivo.

Gravedad de los síntomas: El reprocesamiento no puede implicar un desbordamiento o incluso una disociación, porque entonces no estaremos reprocesando y el efecto del EMDR será nulo. En el caso de que la persona acuda a consulta con una gran intensidad en su sintomatología será necesario insistir en una mayor cantidad de sesiones de preparación y dotar de una cantidad de herramientas de estabilización emocional.

Capacidad de procesamiento individual: No todo el mundo procesamos igual e incluso no todos procesamos con la misma velocidad. Esto es bastante complicado de medir antes de comenzar el reprocesamiento pero sí puede ser algo que haga del tratamiento un proceso más largo.

La importancia de respetar todas las fases

El EMDR es un proceso integral, es decir no es solo el movimiento de los ojos, el EMDR implica un proceso con varias fases, incluyendo la evaluación, la preparación, la desensibilización y la integración y todas ellas son necesarias para el éxito del tratamiento, saltarse alguna podría comprometer mucho el resultado de la terapia. En muchas ocasiones la prisa por encontrarnos bien, entendible completamente, nos lleva a insistir en ir más rápido o en saltar alguna de las fases. El hacer esto podría que si saltamos la evaluación el plan de tratamiento sea erróneo y no efectivo, si saltamos la preparación y estabilización que la persona se desborde después en el reprocesamiento haciendo que este no sea efectivo, y es evidente si saltamos el reprocesamiento o la instalación que el efecto propio del reprocesamiento no se daría. Por lo que es importante antes de empezar entender todas estas fases y comprender la importancia de ellas.

¿Qué ocurre después de una sesión de EMDR?

Es bastante variable y depende de la persona. En algunos casos las personas experimentan síntomas que pueden coincidir con un procesamiento activo, que son: cansancio, inquietud o cambios emocionales como tristeza o angustia. Por el contrario hay otras personas que presentan alivio, sensación de liberación ya que su cerebro se ha reestructurado y ha liberado la carga emocional dolorosa del recuerdo. O incluso hay personas que pueden sentir ambas, ya que su cerebro seguía reprocesando y cuando termina siente esa liberación.

Preguntas frecuentes sobre EMDR

¿Cualquiera puede aplicar la técnica de EMDR?

No, es importante que la persona que va a realizar la técnica sea una persona certificada por la Asociación de EMDR de España, ya que es en esas formaciones en las que se enseña la aplicación de la técnica y además el manejo de múltiples situaciones que pueden ocurrir dentro de la sesión.

¿Es necesario exponerse al trauma?

Sí, al igual que para el trabajo cognitivo conductual de exposición en vivo para las fobias específicas, en este caso es necesario exponerse al trauma, evidentemente siempre se realiza en sesión, un entorno seguro, controlado y guiado por el profesional. Es normal que previamente a realizar la técnica haya confusión sobre lo que debería ocurrir o incluso miedo, para ello es importante que exista un buen vínculo entre el profesional y el paciente donde se pueda expresar lo que está ocurriendo y poder abordarlo previamente para que no afecte al reprocesamiento.

¿Se pueden recordar cosas que no se recordaban previamente?

Sí, durante el reprocesamiento del recuerdo en ocasiones aparecen recuerdos que la persona no tenía conscientes, es normal debido a la asociación libre que el EMDR crea durante esta fase del proceso. No ocurre nada, el profesional está preparado para manejarlo y proceder en cada caso.