Los humanos como seres sociales necesitamos de las interacciones con otros para sobrevivir en sociedad. Estas interacciones sanas nos nutren y nos suponen un intercambio de estímulos, aprendizajes, emociones y refuerzos, que nos generan cambios a nivel cerebral saludables y significativos.
Pero todos podemos localizar en nuestra historia alguna relación que nos iba robando poco a poco nuestra energía y nos cargaba de emociones negativas, pudiendo llegar a producir altos niveles de ansiedad y fatiga emocional.
Pues bien, en la psicología se ha hablado mucho de estas relaciones y de los perfiles de personalidad de las personas que provocan este desgaste. Estos perfiles corresponden a lo que la psicología popular ha denominado como vampiros emocionales, personas con una gran falta de empatía que utilizan las relaciones con los demás con el objetivo de obtener algún beneficio para sí mismos.
Por eso, si no hay más remedio que convivir con un vampiro emocional, es importante que sepamos identificarlos y aprendamos a marcar los límites necesarios en cada caso. Aquí traigo una recopilación de los tipos más comunes de vampiros:
El Narcisista: son personas que buscan constantemente la admiración y el reconocimiento por parte de los demás. Tienen una capacidad empática muy limitada, por lo que les cuesta tener en cuenta al otro. Para protegerte es necesario ponerle límites a su ego e incapacidad de tenerte en cuenta.
El Crítico: todo lo que hagas, digas o pienses será inadecuado para ellos, y te lo harán saber gracias a su gran habilidad de comunicación, haciéndote sentir inferior. Para cuidarte es necesario tomar conciencia de tu propio criterio y confiar en él, señalándole que sabes tomar tus propias decisiones.
El Orador Incansable: no les interesa lo que sientas, pienses o digas, ellos solo buscan un contenedor donde volcarlo todo y desahogarse, hasta agotarte. Puesto que no responderán a las señales sutiles, es necesario que les cortes de forma contundente pero asertiva y les hagas ver que no estás allí solo para escucharlos y que también necesitas un espacio en el que poder expresarte.
La Víctima: tienen una imagen de sí mismos muy negativa, creen que son el saco de boxeo del mundo y que viven una vida de constantes golpes y heridas por parte de los demás. La forma de actuar con ellos es mantenerte como la figura lúcida que les ayuda a ver esa solución que su pesimismo no les permite ver.
El Controlador: tratarán de controlarlo todo, invalidando de forma progresiva tus emociones y pensamientos, hasta hacerte creer que necesitas de su figura para todo. Para protegerte de ellos es necesario que de una manera asertiva les hagas ver que tienes tu propio criterio en el que confías.
El Agresivo: son personas que utilizan la violencia física o verbal ante cualquier desacuerdo dejándote asustado y bloqueado frente a su respuesta desmedida. Para actuar frente a estos perfiles es importante salir del foco de la conversación y centrarte en hacerles ver que necesitan ayuda para poder gestionar emociones como la rabia o la ira.
El Sarcástico: utilizan el sarcasmo para ridiculizar tus opiniones o sentimientos, humillándote y posicionándose por encima de ti. Es importante que para protegerte les pongas un límite siempre que te sientas humillado, haciéndoles ver que te ha sentado mal el comentario y que no es una broma adecuada.
Si sientes que puedes estar dentro de una relación con algún tipo de vampiro emocional y no sabes como gestionarla, ponte en contacto con nosotros y nuestros profesionales te ayudarán a lidiar con ella de la mejor manera posible.
Comments